En las estaciones frías o primaverales, enfermedades como la gripe son muy frecuentes. Sin embargo, hay padecimientos con síntomas similares que son más difíciles de tratar.
Una de las más resistentes es la enfermedad de manos, pies y boca, también conocida como fiebre aftosa humana. Este padecimiento es tan común, que en la actualidad afecta a unos 200 mil estadounidenses al año. Su frecuencia se debe a lo altamente contagioso que es.
Basta un beso, un estornudo o un simple apretón de manos para que-igual que la gripe- alguien se pueda contagiar. Es por ello que se presenta seguido en guarderías, jardines de niños y escuelas, donde los pequeños interactúan mucho entre sí.
También se extiende en las universidades, donde los alimentos se comparten con frecuencia y los estudiantes suelen comer mal y dormir poco, lo que baja sus defensas.
Los ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados también son vulnerables, especialmente si están en un ambiente como un asilo de ancianos. Todo esto sin perjuicio de que un adulto completamente sano se pueda contagiar: todo depende del medioambiente y de los gérmenes a los que estés expuesto.
Afortunadamente, aunque los síntomas son molestos y desagradables, usualmente son leves y no representan un riesgo vital.
Son parecidos a los síntomas de la gripe (fiebre, dolor de garganta), pero su característica principal son unas manchas rojas que aparecen en las manos, los pies y la boca. Las llagas también pueden aparecer en las piernas y los genitales.
Aunque la manifestación de esta enfermedad viral pueda parecer alarmante, desaparece por sí misma en una semana o dos gracias a las defensas (igual que la gripe). Sin embargo, y para evitar complicaciones, si sospechas que la tienes deberías acudir a un médico para recibir tratamiento.
Debido a que es altamente contagiosa, esta enfermedad muchas veces requiere que el enfermo se quede en casa hasta que el virus esté totalmente fuera de sus sistema, para evitar el contagio.
La forma más efectiva para evitar contraer esta enfermedad, es asegurarse que todos en la familia se laven las manos después de ir al baño, antes de comer y al llegar a la casa. Si la enfermedad ya ha sido adquirida, el mejor tratamiento es el reposo y el consumo de líquidos, incluso si las llagas lo hacen difícil y doloroso.
¡Difunde este post para que todos estén alerta!