Los niños muchas veces tiene una conexión especial con los animales y eso debe ser por la ingenuidad que ellos tienen y como se entregan amor mutuamente sin interés alguno. Y la historia que verás a continuación, que parece sacada de un cuento de Disney, da muestra de eso.
Ella es Gabi Mann, una niña de tan solo 8 años, y su hermano, quienes tienen un vínculo casi mágico con todas las aves de su barrio. Todo comenzó un día cualquiera, cuando un cuervo se abalanzó para recoger un trozo de comida que se había caído al suelo. Gabi y su hermano descubrieron que disfrutaban mucho interactuando con ellos. Así fue cómo terminaron dando comida a todas las aves. Cada mañana cientos de pájaros los visitan, pero eso no es lo único que ellas hacen.
Un día, estas empezaron a pagar por su comida, o al menos, a dejar una buena propina.
Luego de un día haber limpiado sus cuencos donde ponían la comida, Gabi se encontró con pequeñas baratijas que ellos habían estado dejando.
Son muchos los tesoros que componen la colección, pero entre sus favoritos se encuentran los cristales marinos.
Sin embargo, su favorita es una perla en forma de corazón que, según Gabi, simboliza el amor que siente hacia los pájaros.
A veces incluso recibe cosas que no son tan hermosas, o por lo menos no para los estándares humanos. En una ocasión las aves le trajeron una pinza de cangrejo en descomposición, la cual fue rechazada por su madre cortésmente.
Aun así, el simple placer de alimentar a las aves, han traído una gran alegría a la vida de esta niña y su hermano.
(Fuente: wimp)
Una hermosa historia de amor y amistad. Al parecer los animales son mucho más agradecidos que nosotros mismos, aunque quizás una pinza de cangrejo en descomposición no es tu idea de un regalo perfecto, al menos es una forma de mostrar interés. Una tierna relación entre las aves y estos niños.
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