Realmente esta historia es para partir el corazón de cualquier ser humano que se precie de tal, pues vivir separados después de 60 años de matrimonio es una de las peores situaciones a las que una pareja de ancianos puede verse enfrentada. Sobre todo si las razones escapan a los deseos de ambos de estar juntos. Esta es la historia de Wolf y su esposa Anita Gottschalk. Según contó su nieta en las redes sociales, el hogar de ancianos no tenía espacio para sus dos abuelos, entonces Wolf fue puesto en una lista de espera. El problema no fue sólo ese, ya que él también fue diagnosticado con cáncer y Alzheimer.
El calvario de estar separados es terrible, más aún sabiendo que no se pueden cuidar mutuamente en la enfermedad, como lo consignan los votos matrimoniales. Los últimos 8 meses, Anita tuvo que viajar durante 30 minutos todos los días para ver a su marido y cada adiós, literalmente paralizaba su corazón. Ya que podría haber sido la última vez que se veían. A pesar de que todos conocían su historia, la dirección de la residencia de ancianos se negó a brindarles ayuda.
Ella es la nieta quien publicó la historia de sus abuelos con la esperanza de tocar el corazón de la gente: “Esta es la foto más triste de mi vida. Esta es mi abuela y mi abuelo. Miren, sus ojos que están llenos de lágrimas. Esta foto fue tomada en el llamado “punto de tránsito” para aquellos que están esperando su turno de visita en el hogar de ancianos. Aquí está mi abuelo”.
“Gracias a los retrasos y la burocracia en el sistema de salud, personas que han vivido juntas durante 62 años, sólo tienen pequeños momentos juntos al final de su vida”.
“Cada vez que se ven, lloran. Y hoy el abuelo fue diagnosticado con linfoma. Todo esto a pesar de que su enfermedad de Alzheimer está empeorando día a día. Es un milagro que, lo único que mantiene fresco en su memoria, sea el pensamiento de mi abuela”.
“¡Lo necesitan! ¡Estar juntos! Desesperadamente, inevitablemente. Mi familia y yo les pedimos ayuda, queridos amigos. Estamos moralmente, físicamente y financieramente drenados. Las autoridades no nos han respondido”.
“Sólo queremos justicia para dos personas mayores que se aman. Ojalá pudieran pasar los últimos momentos de su vida juntos. Espero que cuanto más gente conozca su historia, ¡más probable sea que recibamos ayuda!”.
Estas fueron las desesperadas palabras de la nieta de la pareja que tiene la esperanza de poder recibir atención y una solución al problema que aqueja a sus abuelo. Nos nos olvidemos que si el destino no dice lo contrario, todos y cada uno de nosotros vamos a llegar a viejos.
Comenta y comparte esta noticia.