Como abogado, John Friske se dedica diariamente a proteger a las personas. Pero en su tiempo libre, fundó San Diego Farm Animal Rescue, un santuario de animales en su propia casa.
Comenzó cuando vio “Cowspiracy”, un documental que revela no solo los impactos ambientales de la industria de la carne, sino también sus efectos sobre los animales. En un año, ha acogido a ocho animales en su santuario, y ahora se está preparando para la gran apertura del programa educativo del santuario.
Su primera adopción fue una perra del sur de California al que Friske llamó Daisy.
El siguiente fue un caballo americano llamado Emma. “Ella vino a mí porque su familia ya no podía montarla,” dijo Friske. “La gente no está realmente interesada en un caballo de 26 años de edad, por lo que, en vez de llevarlo al matadero, sus propietarios querían una buena casa donde la cuidaran.”
La llegada de Emma pronto fue seguida por dos caballos americanos que se conocían de toda la vida. Aunque ellos eran muy unidos, Emma mantuvo la distancia hasta que apareció una cara conocida.
Pokey, otro caballo, y Emma pertenecían a los mismo dueños. Cuando decidieron vender a Emma a otra familia, ella se mantuvo en el mismo rancho, pero separada de Pokey por una valla, por lo que los dos caballos no podía interactuar mucho.
La familia de Pokey decidió renunciar a él y acudieron a Friske quien lo reunió con Emma y los dejó juntos en un pastizal abierto donde finalmente podrían estar juntos como ellos tanto querían.
“Una vez que llegó Pokey, crearon una relación de de novio y novia”, dijo Friske. “Ahora él la protege, y ella siempre es la primera en comer.”
Además de los caballos, está Roosevelt, el cerdo con una cojera debido a sus pezuñas deformadas, llamado así por el presidente Franklin D. Roosevelt. Más recientemente, Friske construyó un gallinero para dos gallinas, Eleanor y Amelia.
Para Fiske, la comprensión de los puntos en común que existe entre los humanos y los animales son una parte esencial de la filosofía detrás de su obra.
“Creemos que la relación entre animales y seres humanos revela la verdadera naturaleza de ambos, y se difuminan las distinciones entre las especies cuando los seres humanos descubren su capacidad de compasión”.
Fiske ya tiene planes de acercar a grupos de comunidades locales y crear programas para niños, de manera que visiten un lugar donde los animales son tratados con respeto. Al acercar a los niños a los animales de granja, espera inspirar la compasión hacia los animales en las generaciones venideras.
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