La ciencia y la medicina han alcanzado niveles súper avanzados en los últimos años, llegando a encontrar soluciones por las que la gente antiguamente moría sin tratamiento alguno. Sin embargo, hay cosas que el humano aun no puede dominar y escapa de sus manos lamentablemente. Esta pequeña bebe prematura estaba destinada a no poder sobrevivir.
Todos los médicos hablaban de un milagro. Cuando la pequeña Amillia llegó al mundo, pocos creían que lograría sobrevivir. Pero entonces sucedió algo totalmente diferente, incluso marcando un récord mundial.
Era un día de Otoño del año 2006 cuando en una clínica de Miami (Florida), la pequeña Amillia llegó al mundo y dejó a una ciudad entera en drama. Pues aún en el mundo no había ocurrido algo así.
Amillia llegó con 21 semanas y 6 días de anticipación por cesárea. En este punto ella pudo haber sido abortada por “regla general”, es decir por previos casos de bebes prematuros, pues antes de las 22 semanas, las posibilidades de supervivencia son muy escasas. Medía solo 24 cms y pesaba 280 gr, y todo en ella parecía frágil y quebradizo. Pero lo asombroso ocurrió: Amillia vivía.
Sus padres, Sonja y Eddie Taylor habían deseado por largo tiempo tener un bebé, pero hasta el momento no había sido fácil para ellos. Finalmente a través de una fecundación artificial pudieron ver su sueño tomar forma y brillo. Pero pronto esa alegría se transformaría en miedo.
En el 4 mes de embarazo, se presentaron las primeras complicaciones y el útero de Sonja empezó a inflamarse hasta que no hubo otra salida. Los médicos tenían que provocar inmediatamente el parto para rescatar la vida de la madre. Así que para tener a los médicos tranquilos, Sonja tuvo que mentir: Ella les dijo que estaba en la semana número 24 de embarazo, cuando en realidad solo tenía 21.
Y aunque todos los pronósticos eran desfavorables, y nadie creía que esta grave situación fuera positiva, Amillia sobrevivió a las cruciales primeras horas después del nacimiento. Contra todos los pronósticos y dictámenes de los médicos. Ella era ahora el bebé más joven, que ha sobrevivido a un nacimiento anticipado. Para no decir menos, un récord mundial.
Una enfermera de la clínica recuerda: “No lo podíamos creer. Amillia intentaba gritar (llorando) después de su nacimiento. Y solo con 21 semanas y 6 días”. Un recién nacido normalmente tarda entre 37 y 40 semanas.
En las primeras semanas sus padres no podían “tocarla”, solo podían contemplarla a través de un cristal. Pero después de unos 2 meses en la incubadora, al fin llegó el momento en que su madre Sonja, pudo tenerla entre sus brazos por primera vez y alimentarlo.
Gracias al amor y las atenciones de los médicos y todo el apoyo de sus padres ahora Amillia es una niña sana y maravillosa. Muy pronto pudo salir adelante de todo lo que padeció con su nacimiento prematuro. Su madre incluso hace bromas: “A veces hasta me parece que está muy gordita…”
Y muy pronto, Amillia recibirá una gran sorpresa, pues una hermanita “mayor” viene en camino. Pues Sonja y Eddie adoptaron una chica de 16 años de un orfanato. “Hemos tenido una suerte extraordinaria hasta este momento. Así que sentimos que también debemos compartir un poco de esto y entregarlo a otros”.
Que historia más conmovedora y emotiva. Amillia venció la muerte con su fuerte espíritu y sus ganas de vivir. Ella llegó a este mundo en un punto de su desarrollo en dónde ningún otro bebé lo había logrado antes y sobrevivió. Sin duda, la fuerza y amor de esos padres hicieron que el milagro existiese.
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