¿Haz escuchado hablar alguna ves de los pólipos en el colón? Si ya los conoces entonces sabes que son, en su mayoría, benignos, sin embargo no por eso debemos dejarlos pasar, porque a largo plazo es posible que evolucionen de modo canceroso.
Si no conoces nada al respecto de esta enfermedad es necesario que sepas que son un crecimiento anormal dentro de la paredes del colon o del intestino grueso y pueden ser tanto planos como redondos.
Esta parte de nuestro cuerpo es la encargada de redirigir toda la materia fecal que será expulsada por el recto, por lo que es una zona vulnerable a bacterias e inflamaciones.
Para eliminar los pólipos es necesario realizar una intervención médica llamada colonoscopia y en general los pólipos planos con más propensos a ser cancerígenos.
Las personas más propensas a los pólipos del colon son aquellas mayores de 50 años, que padecen sobrepeso, son fumadores, que beban alcohol, que llevan una vida muy sedentaria o una alimentación alta en grasas y finalmente aquellos que hayan tenido algún familiar con cáncer de colon.
Estas características no son determinantes, por lo que las personas que no tengan ninguna de estas características de todas formas pueden padecer de la enfermedad.
Al principio la mayoría de los pólipos no causan dolor y tampoco problemas en el óptimo funcionamiento del intestino grueso. Pero a medida que van creciendo pueden chocar con la materia fecal y sangrar, por lo que puedes notar ciertos problemas si padeces la enfermedad: ver las heces más oscuras de lo normal, presencia de sangre en el recto, sentir dolor al evacuar o sentir escozor interno al comer algo picante.
Generalmente se nota la presencia de los pólipos cuando las personas se hacen pruebas o exámenes de otro tipo, de todas formas en el momento en que se sabe de su presencia la única forma de sacarlos es a través de la colonoscopia. A penas se extraigan todos puedes seguir llevando una vida completamente normal.
No existe una manera totalmente efectiva para prevenirlos, sin embargo manteniendo una alimentación saludable que nos permita cuidar el buen funcionamiento del colon y del sistema digestivo podremos evitar su aparición en mayor medida.
Debemos cuidar nuestro peso, evitar el tabaco, consumir una manzana verde al día, consumir avena diariamente para llenarnos de fibra, tomar en ayuno un vaso de agua tibia con limón, beber infusiones con aloe vera y limón, consumir vegetales, ingerir probióticos y también podrías ingerir una cucharada de aceite de menta después del almuerzo para cuidar el intestino y sanar el tracto gastrointestinal.
Sigue estos consejos y mantendrás tu cuerpo sano y libre de enfermedades causadas por malos hábitos alimenticios y exceso de grasas. Compártelo con tus amigos.