Medios internacionales difundieron las terribles palabras que utilizaba el sacerdote australiano Gerald Francis Ridsdale para abusar de abusar sexualmente de niños que estaban a su cargo y confiaban en él y en su enseñanza.
El sacerdote, quien hoy tiene 83 años y está preso desde 1994, ha reconocido en más de una ocasión haber cometido los delitos de violencia sexual. Fue, durante años, la pesadilla de cientos de menores.
De acuerdo al fiscal Jeremy McWilliams de la Corte del Victorian Country, el cura abusó en una ocasión de una pequeña de 10 años, y, antes de comer tal delito, le dijo: “Jesús murió por nuestros pecados, entonces podemos ser perdonados y si confieso este pecado, podré ser perdonado”.
En otro caso, violó a un niño alegando que eso era “parte del trabajo de Dios”. Después, los manipulaba diciéndoles que “si alguna vez le contaban a alguien, Dios castigaría a su familia”.
Ridsdale nació en Victoria, Australia, en 1934. No fue hasta los años 80 cuando las denuncias se harían públicas y las comunidades católicas donde estaba iniciaran campañas para expulsarlo. En octubre de 1994 fue sentenciado a 18 años; en agosto de 2006, a otros 13 años. Y en abril de 2014, a otros ocho años más. En todos los casos, por admitir el abuso de niños y niñas que estaban en su congregación y a su cargo.
Una lástima seguir escuchando casos como este, ¿que opinas?