Este es un tema que está en todos los medios de comunicación y aunque algunos no quieran aceptarlo, el aumento de dos grados centígrados en la temperatura media del planeta de aquí a 2100 se considera un punto crítico. Por lo mismo, el mundo debería evitar a toda costa que esto suceda ¿Cómo? Limitando las emisiones de gases que causan el efecto invernadero. Sin embargo, existen aún peores noticias, ya que según una nueva investigación de expertos de la Universidad de Washington (EE.UU.) es altamente probable que para finales del siglo, el calentamiento global sea mucho mayor y que esto cause numerosos desastres naturales.
La investigación, publicada el 31 de julio pasado en la revista “Nature Climate Change” indica que la probabilidad de limitar el aumento del calentamiento a dos grados para finales del siglo es tan sólo de un 5%. Según el cálculo estadístico realizado por los científicos,con un 90% de probabilidad, es que la Tierra aumente su temperatura entre 2 y 4,9 grados, lo que dará como resultado un aumento en el nivel del mar, de las olas de calor y de frío extremas, además de sequía e inundaciones. Un panorama que no es muy alentador para la raza humana.
Cabe recordar que el Acuerdo de París del 2015, sobre el clima, establece el objetivo de mantener el nivel de calentamiento planetario en tan solo 1,5 grados.
“En general, las metas expresadas en el Acuerdo de París son ambiciosas pero realistas”, comentó el autor principal del trabajo, Adrian Raftery, quien agrega: “Las malas noticias son que es poco probable que sean suficientes para alcanzar el objetivo de mantener el calentamiento en o por debajo de 1,5 grados”.
A pesar de esto, los científicos aún creen que es posible evitar alcanzar el punto crítico de dos grados, siempre y cuando las economías globales toman medidas para reducir la así llamada intensidad de carbono, que es la cantidad de carbono emitida por cada dólar de actividad económica.
“Nuestros resultados muestran que es necesario un cambio abrupto de rumbo para lograr estos objetivos”, comentó el coautor del estudio Dargan Frierson. Esperemos que las economías globales logren un consenso al respecto y puedan limitar las emisiones para evitar la destrucción de nuestro hogar y con él, a la humanidad.
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