Ya todos sabemos que no todo lo que brilla es oro. Tampoco paramos de repetir aquello de “las apariencias engañan” y en lo que a la arquitectura se refiere, es totalmente cierto. Este año hemos descubierto algunas casas extrañas y especiales. Sin embargo, ninguna casa resulta tan humilde y fastuosa a la vez como la casa búnker. Una impresionante mansión que se esconde detrás de una vieja puerta oxidada.
Te invitamos a descubrirla.
Parece normal, pero basta con cruzar la puerta y se puede ver que esta propiedad esconde muchos secretos.
La casa fue construida aprovechando la estructura de un antiguo búnker que ha condicionado el diseño de toda la vivienda.
Inspirados por el hormigón original, los arquitectos decidieron utilizar este material para desarrollar el interior. Eso sí, convenientemente aislado para conseguir una vivienda fresca en verano y cálida durante los inviernos.
Al entrar en la propiedad encontraremos un gran patio que actúa de distribuidor y permite el paso de la luz al interior de la vivienda.
Ya que por fuera la casa apenas tiene ventanales.
A pesar de su apariencia exterior y el color oscuro del hormigón, la vivienda cuenta con una extraordinaria luminosidad.
Ya que su orientación, planta pentagonal y patios, le permiten recoger la luz del sol durante toda la jornada.
La casa búnker está situada en la localidad de Caviano, cerca del lago Maggiore, bajo los Alpes italianos.
Continuando con su interior y con vistas al patio de entrada podemos disfrutar de un luminoso comedor con chimenea.
Tras él, una amplia cocina de diseño industrial en la que preparar jugosas comidas.
Para no romper la estética, los muebles de cocina imitan el color y textura del hormigón.
La cocina se encuentra completamente equipada con electrodomésticos integrados en una isla y encimera fabricadas, como no, en hormigón.
La cocina se encuentra completamente equipada con electrodomésticos integrados en una isla y encimera fabricadas, como no, en hormigón.
Saliendo de ella y recorriendo la cristalera hasta la puerta de entrada, vemos la salita.
Un espacio de descanso multifuncional en la que disfrutar del café y la compañía de los amigos.
Esta primera planta de concepto abierto une los espacios sin utilizar paredes entre los distintos ambientes.
El cristal permite el paso de la luz en toda la planta, excepto en el pequeño aseo que se esconde en el centro de la estancia.
Y es que además del patio de entrada, la vivienda cuenta con otro más pequeño en la parte trasera, ambos circundados por unas impresionantes cristaleras.
Bajando las escalera, dejamos atrás la zona pública para adentrarnos en las habitaciones privadas.
Siguiendo el pasillo llegaremos al baño principal, una habitación de buen tamaño, lavabo de dos piezas y ducha.
Frente al baño encontramos los armarios y el vestidor.
Tras los muebles anteriores está la habitación matrimonial, una luminosa estancia con un magnífico equipo de vídeo y sonido para disfrutar del mejor cine en la cama.
La luz natural proviene, una vez más, de la cristalera que conecta con un pequeño patio privado.
También orientado para recoger la luz del sol a través de sus pequeñas ventanas.
La casa de 120 metros cuadrados se encuentra distribuida en tres alturas. Siendo las dos primeras la vivienda principal, donde se desarrolla la vida cotidiana.
La planta baja tiene una habitación utilizada como sala de almacenaje y otra donde se encuentra la caldera y otros sistemas domotizados.
Así como una salida de emergencia al exterior.
No es un truco ni un engaño, es real que esta vivienda tan austera en el exterior resulte tan majestuosa por dentro. Sin duda, el estudio de arquitectos Wespi de Meuron han realizado un gran trabajo. ¡Felicidades!
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