Muchos quizás ni saben que pueden sufrir del trastorno de déficit atencional e hiperactividad. Piensan que son rasgos propios de la personalidad. Pero, en algunos, esto puede generar serios problemas en su vida diaria.
Acá te mostramos las 5 señales principales que podrás detectar en ti o en tus seres queridos.
Problemas de concentración
La mayoría de las personas que sufren de este trastorno no se apegan a una programación fija. Junto con ser desorganizados y tener problemas de memoria, también existen estos otros síntomas:
- Les cuesta concentrarte en los detalles y comente errores en el trabajo.
- En situaciones monótonas o una conversación larga, la atención se va a otras cosas u objetos.
- En una conversación personal corta, tus pensamientos se van a otro lado y se te complica poder escuchar a tu interlocutor.
- Evitas actividades que requieren concentración y enfoque mental.
- Por lo general, se te pierden las cosas como las llaves, el paraguas, etc.
Problemas con el tiempo
Para los que sufren de este trastorno se les hace difícil poner prioridades, ser consistentes de sus asuntos, la organización del día, etc. Los principales síntomas son:
- Dificultad para organizar el tiempo laboral. Siempre se cree que no hay tiempo para nada y que no se podrá hacer nada con eso.
- Se te olvidan las reuniones acordadas, de tus responsabilidades y algunas fechas límite.
- Generalmente, llegan tarde sin motivo alguno.
Inquietud
En adultos, la hiperactividad se manifiesta menos que en los niños. Pero éstos son los síntomas del trastorno por déficit de atención:
- La incapacidad de estar quieto en un solo lugar.
- No puede estar sentado durante mucho tiempo.
- Querer moverse y hacer algo en todo momento.
- Se le dificulta pasar tiempo libre leyendo un libro o haciendo alguna actividad que requiera concentración.
Conversar sin parar
Se asemeja a la hiperactividad infantil, en los adultos se refleja en su estado psicológico más que en la actividad física.
- Conversar sin parar independientemente del deseo de su interlocutor.
- Impaciencia, incapacidad de esperar. En las conversaciones, la persona no puede esperar a que el otro termine de hablar y lo interrumpe o le responde la pregunta antes de tiempo.
Invasión del espacio personal
Muchos tienen problemas de conducta e ignoran las normas sociales. Pueden actuar sin pensar mucho o dicen cosas inesperadas que no vienen al caso. Estos son los síntomas más comunes:
- Invaden el espacio personal de otros como en el caso de las conversaciones o actividad ajena.
- No tienen tacto al hablar con otros; hacen preguntas incómodas a los demás. Dicen lo que piensan sin mucho filtro y luego se arrepienten.
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