Un caso de violencia intrafamiliar horroroso.
Todo ocurrió el 20 de noviembre del año 2016 en Hamelin, Alemania. Este hombre apuñaló cerca del corazón a su ex esposa. No contento con ello, la golpeó con el mango de un hacha directo en la cabeza y le amarró una soga al cuello mientras el otro extremo estaba atado a su vehículo. La arrastró por cuadras enteras mientras el pequeño hijo de ambos, de tan sólo 2 años, presenciaba todo desde el asiento trasero del vehículo. Su intención era clara: quería acabar con ella.
Kader tenía 28 años en ese entonces y resultó policontusa luego de ser arrastrada por el vehículo de su ex esposo, Nurettin, de 39. Según testigos, la mujer gritaba de dolor, mientras Cudi, el niño, observaba sin entender lo que estaba ocurriendo.
La única razón por la que Kader no murió fue porque la soga se cortó y quedó tirada frente a un restaurante de comida rápida. Algunas personas que pasaban por el lugar la socorrieron inmediatamente.
Fue llevada de urgencia al hospital y puesta en coma por semanas, pero tuvo la fuerza suficiente para recuperarse.
En cuanto a su ex, fue detenido y llevado a juicio recientemente. El 31 de mayo de este año, Nurettin intentó pedir disculpas, pero Kader hizo oídos sordos a su súplica. Ya le había causado a ella y a su hijo demasiado dolor.
“Estoy infinitamente arrepentido por lo que le hice a ambos, a ti y a nuestro hijo” suplicó el hombre.
Según el abogado de la mujer: “es primera vez que me enfrento a un caso donde la intención claramente fue la de asesinar a mi cliente. Los hechos son demasiado evidentes. Es casi un milagro que ella esté con vida. Además, su hijo tiene un trauma psicológico severo e incluso tiene pesadillas donde despierta gritando ‘¡mamá, aúch, mamá, aúch!’ Ella tenía toda la intención de testificar en su contra, pero debido al shock en el que se encuentra no puede recordar muy bien lo que ocurrió esa noche. Ni siquiera puede nombrar a su ex marido”.
Según relata, Nurettin abusaba y golpeaba permanentemente a su ex esposa cuando vivían juntos. Incluso se tornó más violento luego de la separación. Cada vez que se reunían para hablar de los gastos de la pensión de Cudi, se ponía muy agresivo. Incluso comenta que ella recuerda que le dijo en una ocasión: “uno de los dos ya no estará vivo”.
Fue en ese entonces que la última reunión que tuvieron, todo se salió de control. Él se abalanzó sobre ella y la apuñaló cerca del corazón, la golpeó con el mango del hacha y la ató al vehículo para luego arrastrarla. Eso le causó una fractura en el cráneo.
Por otro lado, el abogado del hombre buscaba hacer pasar sus actos como problemas emocionales: “se trata de una situación terrible y extrema, pero nada indica que fue premeditado ni planificado por parte del perpetrador. Todo se trató de una persona cuyo corazón estaba completamente destruido. Sus actos fueron resultado de un estado prolongado y complejo que terminó en odio” concluyó.
Finalmente, Nurettin fue condenado a 14 años de prisión y deberá pagar una compensación a la víctima de 130.000 dólares.
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