Una pareja de jóvenes estaba planeando su boda. Ambos estaban muy ajetreados con los preparativos, así que el novio decidió pedirle ayuda a su papá.
“Papá, necesito que me hagas un favor. Estoy muy corto de tiempo con otros detalles, así que ¿podrías llamar a todos mis amigos de esta lista e invitarlos a nuestra boda? Toma.
“No hay problema, hijo.”
El gran día llegó, pero el hijo estaba enojado y fue a hablar con su papá.
“Papá, ¿qué pasó? ¡Te pedí llamar a todos mis amigos de la lista!”
“Eso es exactamente lo que hice.”
“Pero era una lista con 50 nombres, ¡y acá llegaron sólo 15!”
“Hijo mío, yo llamé a cada uno de los que aparecía en la lista. Y les dije a todos lo mismo: que los estaba llamando de tu parte porque tú estabas pasando por un delicado momento y que necesitabas un poco de ayuda y soporte. Y les dije que vinieran aquí a esta hora. Así que, ya ves hijo, no debes preocuparte, los que llegaron son todos tus amigos”
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