Hay un montón de libros para mamás primerizas y cómo lidiar con ese primer año, pero la verdad es que nada de lo que puedas leer te preparar para la maternidad. Y nada de lo que leas te va a preparar para vivir todas las emociones que vienen intrínsecas. Desde el amor profundo y la alegría hasta la frustración y la confusión igualmente intensas; la maternidad es una de esas cosas en la vida que se aprende con los desafíos del día a día.
Estas 16 expresiones de animales resumen perfectamente lo que significa ser mamá, y muestran la montaña rusa de emociones que puede llegar a ser.
1. Sólo déjenme dormir…
Como madre primeriza, dormirás cuando puedas, ¡incluso si eso significa dormir cuando ¡estás alimentando!
¡Saludos a todas las mamás por ser capaces de hacer varias cosas a la vez!
2. ¿Esta es mi vida ahora?
Acéptalo… te has convertido en una esclava de todos los deseos, las necesidades, y todo el resto de cosas de tus hijos. Sí, esta es tu vida ahora, pero la buena noticia es que sólo dura 18 años.
3. Pero no lo cambiaría por nada.
Pero a pesar de todas las quejas que tengan como mamás, tendrán algo claro, y es que no cambiarán ni un sólo segundo por nada en el mundo.
4. Ese momento que la verdad te golpea.
Llega un momento, como mamá primeriza, cuando la verdad te golpea directo en la cara y te preguntas en qué diablos te metiste.
5. Ahora soy un parque de diversiones.
Sí, lo eres. Ser madre puede significar estar echada mientras que tus hijos se tiran encima, se suben sobre ti y de verdad te tratan como si fueras parte de un juego del parque .
¿La buena noticia? tendrás abdominales sólidos como roca de todos los saltos que harán en tu estómago.
6. No hay otro vínculo como éste.
Cuando tu bebé te mira como si fueras la única persona que le importa en el mundo, hace que todos esos momentos difíciles se desvanezcan.
7. ¿Existe el espacio personal?
Tus hijos van a querer estar contigo a donde vayas todo el tiempo. Como madre, ya no tienes espacio personal …
8. … ni siquiera en la cama.
Incluso si dijiste que nunca vas a ser “esa mamá” que permite que sus hijos duerman en su cama, confía en nosotros, te comerás tus palabras.
9. Creo que me he convertido en un cojín.
No sólo tus hijos quieren compartir tu cama contigo, sino que serás su “cama”. Cuando son realmente pequeños, es lo más precioso del mundo. ¿Cuándo son un poco más grandes? No tanto.
10. Oh, la alegría de la lactancia materna.
Te pasará: alguien entrará a tu habitación cuando estés alimentando a tu bebé, y te avergonzarás. No te preocupes, a todas les pasa. Además, deberían haber golpeado primero.
11. A DONDE QUIERA QUE VAYAS…
¿Recuerdas eso de que querían estar contigo adonde quiera que vayas?
12. Nunca me acostumbraré a esto.
Cuando crees que finalmente te acostumbras a todo esto de ser mamá, viene ese ¡PAF! y hacen algo nuevo para sorprenderte. Como escalar por tu cabeza.
13. Hemos aprendido nuevos trucos.
Por “trucos” nos referimos a algún modo de no perturbar esa paz cuando se están portando bien. Como no mover ningún músculo.
14. Dormiré donde pueda.
¿En el piso de la sala? ¿Por qué no? ¿En el baño? Por supuesto. Cuando eres madre, no puedes ser demasiado exigente.
15. Me rindo.
No hay vuelta atrás una vez que te conviertes en mamá, así que lo mejor que puedes hacer para tu salud emocional es que lo aceptes.
16. La gente me dice que se hará más fácil.
Lo será, lo prometemos. Y al final del día, cuando tu seas la única persona con la que quieran estar, te harán olvidar todas las dificultades que soportaste ese día y te motivará a seguir mañana nuevamente.
La maternidad es DIFÍCIL, y no dejes que nadie te diga lo contrario. Pero sinceramente, también es lo mejor del mundo. A todas ustedes que ya son mamás: ¡SON LAS MEJORES!, y gracias por todo lo que hacen…
Y a todas las futuras mamás: Así será su nueva vida <3
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