Sin duda alguna, la depresión es una de las enfermedades y trastornos mentales más comunes pero también más denostados que existen, y esto es así, más que nada porque quienes nunca la han sufrido, no saben cómo entenderla.
Son muchas las personas que piensan que esto solo se trata te un mero sentimiento, algo más intenso y de tristeza, tildando a cualquiera de “deprimido” pero realmente quienes sufren de depresión, es algo que les resulta muy doloroso de sobrellevar.
Pero, para que te hagas una idea, la depresión es el grado más grave de esta enfermedad mental pero existe una etapa antes, para categorizar a quienes no están profundamente hundidos en ella, esta enfermedad se llama distimia.
Un trastorno depresivo persistente
La distimia, es un trastorno depresivo crónico que se caracteriza por una baja autoestima y aparición repentina de un estado de ánimo melancólico, triste y apesumbrado pero que aún así no cumple todos los patrones de diagnósticos para ser llamado depresión.
Si bien, comparten muchos síntomas, pero estos son experimentados con menor intensidad por el paciente pero aún así puede sentirse por mucho más tiempo e incluso convertirse en una enfermedad crónica. Según estimaciones médicas, de un 3 a un 5% de la población mundial lo padecen, siendo el doble de frecuente en mujeres que en hombres.
Según los estudios realizados por la escuela médica de Harvard, el principal síntoma es un sentimiento de tristeza, melancolía y pesadumbre que persiste cada día durante al menos 2 años, otros síntomas pueden ser:
- Trastornos alimenticios: inapetencia o ingesta compulsiva
- Trastornos del sueño: insomnio o hipersomnia
- Sensación del déficit de energía vital (astenia), cansancio injustificado, fatiga continua
- Trastornos de memoria y capacidad de concentración
- Baja autoestima, sentimiento de desesperanza, sentimiento de incapacidad, pesimismo
- Incapacidad para tomar decisiones
Como la depresión, la distimia también requiere de un diagnóstico médico y de tratamiento adecuado. El problema es que al no ser tan intensa como la depresión, muchos especialistas la confunden con rasgos del carácter y no es tomada en consideración por las personas que rodean a quienes la padecen.
Quizás es esto mismo o la falta de apoyo de los familiares de quienes sufren de distimia, lo que hace que estos pacientes convivan durante años con este trastornos sin recibir ninguna ayuda médica.
A pesar de que esta enfermedad puede mejorar con el tratamiento adecuado, es muy difícil que desaparezca totalmente pero incluso, de no ser tratado, el paciente corre mayor riesgo de desarrollar una doble depresión.
Ya sabes, si piensas que alguna persona cercana a ti o tu mismo, están complicados o se sienten mal, lo mejor es buscar (u ofrecer) ayuda, alguien te lo agradecerá.
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