Basta con verlo. Así de reconocible es la figura de Giorgio Cantarini, actor nacido en 1992 y que apareció en dos de las cintas más famosas de finales de los noventa.
No sólo interpretó al hijo de Maximus en Gladiador (2000), sino que al inolvidable Josué en la increíble “La Vida es Bella” (1997).
Si bien ha tenido otros papeles en cintas italianas y continúa actuando hasta la actualidad, es principalmente recordado por el rol que interpretó en la película de Roberto Benigni.
La cinta se convirtió en un emblema del cine al retratar la historia de una familia separada en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra. Y aunque su padre intente disfrazarle la realidad con juegos y humor, el pequeño va tomando conciencia de la compleja y cruda situación en la que está junto a su familia.
Su actuación es soberbia y muy poderosa, especialmente para un niño actor de menos de cinco años de edad.
Apenas unos años más tarde, consiguió el papel en la cinta “El Gladiador”, donde interpretaba al hijo del protagonista, Russell Crowe. A sus 8 años, nuevamente recibió la alabanza de la crítica y el público.
Hoy tiene 24 años, vive entre Florencia (Italia) y Los Ángeles (Estados Unidos), donde sus padres alternan residencia.
Así se ve hoy, a dos décadas de su increíble debut en la pantalla grande:
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