Tras la decisión de Donald Trump de cerrar las fronteras a los refugiados e inmigrantes de 7 países con mayoría musulmana, miles de personas han quedado retenidas en aeropuertos o enviadas al país del que provenían, sin importar que muchas de ellas tuvieran visas o doble nacionalidad.
Este fue el caso de un niño de 5 años, que fue arrestado junto a un centenar de personas en el aeropuerto de Washington D.C., esposado por ser “una amenaza para América”.
Su madre no podía creer cómo las autoridades trataban a su pequeño hijo, un ciudadano estadounidense de origen iraní que tiene residencia en Maryland.
En defensa de estas medidas, el secretario de prensa de Trump, Sean Spicer, ha dicho:
Asumir que sólo por la edad y género de una persona no son una amenaza para el mundo sería erróneo.
Pues asumir que sólo por su nacionalidad alguien puede ser un riesgo, también lo es.
Cuando por fin el niño se pudo reunir con su madre, no pudo contener la emoción.
La medida, que probablemente sea inconstitucional, suspende completamente el programa de refugiados por al menos 120 días, en una medida xenofóbica que afectará el destino de miles de familias que buscaban asilo para salvar sus vidas.
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