Este horrible hallazgo fue en Inglaterra, en la casa del pedófilo Michael Dunn, de 57 años. Dunn derribó la pared detrás de su refrigerador para esconder a las víctimas que había violado. Los investigadores creen que no levantó sospechas en la policía, en al menos ocho o nueve ocasiones.
Dunn tapaba el agujero con una bolsa y un panel. Pero luego del descubrimiento, salieron a la luz inquietantes detalles acerca de las mujeres que escondía:
“Algunas de las víctimas se mantuvieron en red mediante la extrema violencia de Dunn, o incluso a través del miedo a la violencia. Él tenía un control completo y absoluto sobre sus vidas. Una de las chicas se sometió a sus demandas sexuales y violencia por temor. La atrapó dentro de su casa y usó cerraduras, cámaras y alarmas para asegurarse de que no pudiera escapar”.
-informó el jurado en la Corte de Teeside.-
La corte lo describió como un “paranoico, controlador y de carácter templado” que“tenía relaciones sexuales cuando quería”. El sargento y detective Dave Pettrick de la policía de Cleveland, también dijo haber notado el temor de sus víctimas mientras permanecían en el hogar de Dunn.
Entre sus víctimas habían menores de edad. Una de ellas, era tan solo una pre-adolescente. Les daba cigarrillos y alcohol mientras abusaba de ellas.
Esta semana, Dunn fue puesto en custodia, y deberá enfrentar tres cargos de agresión, otros tres por falso encarcelamiento, y 10 violaciones. Aunque lo más impactante de todo esto, fue la reacción de Dunn cuando cuestionaron sus horribles actos:
“Bueno. Es lo que hacen los novios y las novias”.
Afortunadamente, no podrá hacerle daño a nadie más.
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