Luego de 8 años al mando del país más influyente del mundo, Barack Obama dejó la Casa Blanca el viernes 20 de enero para darle paso al gobierno de Donald Trump.
Después de tantos años siendo el líder de los Estados Unidos, uno pensaría que quizás Obama se olvidó de cómo relajarse, pero no. Apenas dio por terminado su mandato, se dirigió raudo a Palm Springs junto a su amada Michelle.
Pero no a cualquier cuchitril de Palm Springs, sino a la casa que el embajador de España tiene ahí para el fin de semana.
Vamos a dejar que asumas eso: es la casa que el embajador tiene SÓLO para sus fines de semana.
Y cuando arribó, decidió hacer lo que más le gusta: cogió sus palos y sus guantes, y fue a la cancha de golf del lugar (con cuatro autos de seguridad custodiándolo).
Puedo sentir su relajo mientras come ese sandwich.
Sin duda Obama es el más relajado con la asunción de Trump.
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