Noah Riley, un joven estadounidense de 19 años, decidió hacer una “broma” que casi le cuesta la vida a una inocente gatita. Demostrando su inhumanidad, el chico decidió echarle gasolina encima al pequeño animal y prenderle fuego.
Por suerte, un bombero que se encontraba en las cercanías logró rescatar al felino.
Cuando se dio cuenta de que no tenía alternativa, Riley se entregó a la policía y confesó el brutal hecho.
El nombre del héroe que rescató a la gatita de las crueles intenciones del joven es Steve Wright, un bombero retirado. El hombre notó que había algo en llamas en el campo detrás de su casa.
Cuando llegó al lugar, vio a una gatita empapada en gasolina y con un fuego pirotécnico en su cabeza.
“Jamás olvidaré la mirada de aquella gata”, le contó Wright a Fox59. Luego de salvarla, llevó a la gatita al hospital de animales de la zona, donde comenzó su tratamiento de recuperación.
Lamentablemente, la condición del animal es tan deplorable que tomará bastante tiempo antes de lograrlo.
La directora del Animal Welfare League of Montgomery County fue quien asumió los costos de la recuperación de la pequeña, junto con las donaciones para la causa que alcanzan los mil dólares.
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