A cualquiera le asalta la duda: ¿cómo sé que el café que me están vendiendo es bueno? ¿cómo podría diferenciar un ejemplar y un tostado de calidad? ¿se justifica el precio que estoy pagando por lo que me entrega mi cafetería preferida?
Parece un camino algo cuesta arriba, pero no es tan difícil de saber (especialmente si evitas disfrazarlo de leches y jarabes saborizantes). Basta con seguir estos sencillos consejos que te presentamos a continuación para ser un consumidor de café más educado.
Sigue estos pasos para reconocer un buen café:
#1 Se toma sin azúcar
El café es la semilla de un fruto parecido ala cereza y que ya tiene sus propios azúcares. Estos se desarrollan en forma de sabores más o menos dulces según la altitud y la exposición al sol del fruto. También tienen que ver el molido y el tostado, que influyen en un 40% del sabor final y determinarán si el café te sabrá a goma quemada y le terminarás vaciando el azucarero encima.
#2 Mejora incluso cuando se enfría
La regla es la siguiente: caliente, no se nota muy bien a qué sabe; pero frío, si el café es malo, sabrá fatal y no te quedarán dudas.
#3 No se compra en el supermercado
Para comprar un buen café, debes ir a una tostaduría. Para beber un buen café, debes ir a una cafetería a que te lo prepare un barista. Nada más simple.
Un buen barista te asegurará que el café se ha tostado y molido recientemente, y preserva todas sus propiedades y aromas (en sólo horas, la calidad del café molido baja hasta un 30%).
#4 Es un poco más caro
La especialidad cuesta más, y los buenos baristas y las tostadurías de calidad no son algo masivo, y obtienen un beneficio ocho veces menor que las grandes cadenas del rubro.
#5 No se puede concentrar en una cápsula
Los 5 gramos de café que vienen en estas cápsulas son insuficientes para una extracción decente. Además, tienen muchos aditivos, conservantes y saborizantes que disfrazan el sabor del café y por un precio incluso superior al del café fresco.
#6 Es un producto especializado
El comercio local dedicado al café siempre tendrá contacto con los productores del mismo, y sabrá cuáles son las condiciones de la parcela en que se cultiva. El proceso lento y no industrializado es costoso, pero asegura la calidad del producto.
#7 Un buen café no siempre tiene el mismo sabor
Las industrias mezclan granos de varias procedencias y categorías, y los tuestan mucho hasta unificar su sabor. Pero el café se tiene que recolectar a mano para asegurar la madurez y que no se mezclen distintos tipos o cosechas, y esto siempre llevará a que cada taza tenga su sabor distintivo.
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