El premio internacional de arquitectura “Building of the year” (“edificio del año”) se entrega anualmente a construcciones reconocidas en el mundo. Cuenta con varias categorías, miles de candidatos y unos 55 mil votantes.
Hace unos días, fueron revelados los ganadores, y hubo uno que dejó a todos boquiabiertos no sólo por su estilo, sino también por su origen. Se trata del hogar de Delvina Borges Ramos, una empleada doméstica de 74 años que vive en Vila matilde (Sao Paulo, Brasil).
Su fachada se ve bastante normal, pero basta con mirar en su interior para descubrir que es, como la catalogaron, “la casa ideal”.
No sólo es moderna, amplia, cómoda y de buen gusto, sino también se construyó en poco tiempo y no costó demasiado dinero.
Si bien Delvina vivía ahí hace más de 25 años, no fue hasta 2013 -cuando una tormenta tiró el techo- que la mujer decidió hacer una renovación ocupando sus ahorros. Gracias a su hijo, Marcelo Borges, consiguió al estudio de arquitectura Terra e Tuma, que estuvo dispuesto a ajustarse a un bajo presupuesto y un plazo ajustado.
El equipo decidió tirar toda la casa y empezar de cero. Una decisión drástica que dio un resultado más que satisfactorio.
Tiene una terraza con una bella vista a la ciudad y patios interiores.
Y un estilo minimalista muy moderno.
Luminosos ventanales
Envidiable
Su apariencia de noche también saca aplausos
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