En la vida de todo el mundo hay conflictos,pero lo que varía es la capacidad de llegar a un acuerdo y resolverlos de la mejor forma. Esta tarea se hace más difícil cuando la agresión de tu interlocutor es evidente y te dan ganas de explotar.
¿Qué hacer en estas situaciones? Pues a continuación te entregamos algunos consejos que te ayudarán a resolver el problema y a mantener la calma. Seguramente te serán muy útiles en tus relaciones.
#1
El viejo “cuenta hasta diez”. Respira, haz ejercicio, haz lo que sea para reducir la tensión y no decir nada de lo que te puedas arrepentir.
#2
#3
No permitas que la persona se descargue contigo, inspírale confianza hablando tranquilamente y sin alzar la voz. Recuérdale que lo importante siempre es el respeto mutuo.
#4
Lo más fácil es gritar y ofender de vuelta. Contrólate y reacciona con más calma para no elevar el conflicto.
#5
Nunca tomes los insultos de las personas agresivas en serio. Evita las palabras ofensivas, provocaciones y acusaciones. Si mantienes tu “tono adulto” y usas el pronombre “yo” en lugar de “tú” (yo siento, me ofende, estoy enojado, yo pienso, etcétera), las revoluciones bajarán y se podrá establecer un diálogo.
#6
Sólo di cosas de las cuales estés completamente seguro.Concéntrate al máximo para explicarte lo más claramente y lograr una conexión con tu interlocutor. Cada experiencia de vida es distinta, y desde ahí nacen nuestros puntos de vista, pero siempre se puede encontrar algo en lo que coincidan.
#7
Si nada funciona, ocupa tu sentido del humor. Si logras hacerle sonreír, tu interlocutor quedará desarmado y borrarás su agresión y enojo.
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