David Grisham es un predicador nacido en Alaska pero que reside en Texas y, aunque no forma parte de la Iglesia de Westboro (esa institución homofóbica, anti-católica, anti-musulmana y anti-judía), es un gran admirador de sus actividades.
Está realmente obsesionado con recordarle a todo el mundo que la Navidad se trata de Jesús, lo que no es en sí mismo malo, salvo porque decidió hacerlo de la forma más odiosa posible: se puso a vociferar junto a la fila de niños que esperaba sacarse una foto con Santa Claus que sus padres son unos mentirosos y pecadores, y que Papá Noel no existía.
Parece increíble, pero es verdad y hay video para probarlo:
Su iglesia se llama Evangelistas de la Última Frontera, y tiene unos 300 miembros a los que llama “santos”. Sus enemigos son, bueno, todo el mundo. Desde la homosexualidad, hasta el Papa.
Con esste acto era obvio que quería llamar la atención -como todas estas instituciones extremistas-, pero su error de cálculo probablemente le cueste la desaparición de lapágina de su iglesia, Repent Amarillo, por las reglas de Facebook que prohíben los dañinos discursos de odio.
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