Polly es una cabra que fue rescatada de un estado de desnutrición severo, y que además es ciega y tiene problemas neurológicos. Además, sufría de ansiedad y corría por todos lados llorando si no encontraba a su dueña, Leanne Lauricella.
Pero, por algún motivo, cuando la mujer le probó el disfraz de pato para niños que había comprado en un supermercado cercano, la cabra se calma y entra como en un trance zen o un estado de paz increíble.
“Antes, Polly se ponía a chupetear las paredes de la casa para pasar su ansiedad, así que todos los rincones de mi casa tienen marcas hechas por su boca”, cuenta Leanne.
“Pero algo tiene ese disfraz de pato que la calma”, continúa, ”porque entra como en trance: cierra los ojos y se queda tranquila”.
¡Qué bella Polly!
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