Una menor colombiana de 14 años de edad se fue a hacer un tatuaje sin autorización de su madre, quien le había advertido que le haría arrepentirse si se tatuaba. Días antes, le había preguntado qué haría si se tatuaba, y la madre respondió que “el día que viniera con un tatuaje ella se lo iba a quitar con la plancha”.
Pues las madres a veces dicen lo que sea para asustar a sus hijos, y la menor nunca esperó que su progenitora fuera capaz de tal nivel de violencia. Pero dicho y hecho: cuando la niña llegó con un tatuaje a la vista, la madre le puso una plancha caliente en la espalda “para castigar su rebeldía”.
Si vienen Colombia es permitida la aplicación de tatuajes y piercings en menores de edad, es necesaria una autorización de los padres para hacerlo.
Actualmente, la menor se encuentra en Bienestar Familiar hasta que se resuelva el caso.
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