Aproximadamente 1 de cada 3 personas diagnosticadas con un coágulo de sangre, morirá. Y es terrible porque es una condición completamente prevenible y tratable de ser detectada a tiempo.
Los coágulos son la forma que el cuerpo tiene de reparar daños en los vasos sanguíneos, venas y arterias. Pero si un coágulo, que es básicamente una masa gelatinosa de sangre y fibrina, se forma inapropiadamente dentro del vaso sanguíneo, puede causar grandes problemas.
Cuando muchos coágulos se forman donde no deberían el flujo sanguíneo desciende, lo que puede dañar tu cuerpo seriamente.
El problema más frecuente al respecto es que las personas no son capaces de reconocer los síntomas, lo que hace que el coágulo sea detectado demasiado tarde. La mayoría tampoco es consciente de los factores que contribuyen a la formación de los coágulos, entre ellos:
-Enfermedades al corazón, como fibrilación auricular o perturbación del ritmo cardíaco.
-El embarazo, e incluso seis meses después del parto
-El uso de anticonceptivos que contienen grandes cantidades de estrógeno
-Tratamientos hormonales en general que contengan alta cantidad de estrógeno
-Inmovilización prolongada: estar sentado mucho tiempo, por ejemplo.
-Cirugías mayores
-Fractura de huesos o músculo
-Cáncer y quimioterapia
-Obesidad
Síntomas
Los coágulos se forman en tus vasos sanguíneos, produciendo trombosis venosa profunda. Sin embargo, también pueden viajar a tus pulmones, produciendo una embolia. Ambas condiciones tienen diferentes síntomas detectables:
1.La trombosis venosa profunda (TVP) ocurre cuando los coágulos –o trombos- se forman en una vena profunda, como en tus piernas o tus brazos. Cuando esto sucede, el área se hincha y se vuelve sensible, generalmente distorsionando el color habitual de la piel de la misma. Además produce un dolor parecido a un calambre.
Debes contactar a tu doctor tan pronto reconozcas estos síntomas, porque puede que estés en riesgo y necesites tratamiento urgente.
2.El tromboembolismo pulmonar (TEP) se debe detectar temprano porque puede causar mucho daño e incluso romper la vena y viajar a tus pulmones. Los síntomas son repentina falta de aire, agudo dolor de pecho parecido a una puñalada y que se pone peor cuando respiras profundo. Además se presenta ritmo cardíaco rápido y tos inexplicable que a veces puede presentar secreciones con trazos de sangre.
De acuerdo a la ubicación del coágulo, puede ser tratado con medicación anticoagulante o incluso puede requerir cirugía.
La prevención reside en estar atentos a los factores de riesgo: historial familias de enfermedades vasculares, tabaquismo, obesidad, presión sanguínea elevada, colesterol alto y diabetes.
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