Al australiano Max Bromson le diagnosticaron un irreversible cáncer de huesos en 2012, a los 65 años. Los dolores se convirtieron en una atroz pesadilla que lo mortificaba, hasta que dos años después-la madrugada del 28 de julio de 2014- decidió poner fin a su angustia.
En un cuarto de hotel, rodeado de sus familiares, decidió acabar con su vida bebiendo una poderosa droga ilegal llamada Nembutal. A los tres minutos, ya estaba muerto.
Con el fin de probar que nadie lo había asistido ni influenciado en la eutanasia, su hermana Kerry grabó un video que permaneció oculto por dos años. Fue esta semana que la familia decidió mostrar el video en la cadena de televisión Australian Broadcastin Corporation.
La idea de los familiares es comenzar el debate sobre la eutanasia en un país donde aún es ilegal y presenta una fuerte oposición de los grupos conservadores.
“Debes estar lo suficientemente bien y tener control de tus funciones para hacerlo, para cuidar el suicidio. No puedes poner a cualquiera a ayudarte o involucrar a cualquiera en ese proceso. Elegiré mi propio momento de partida, y he elegido mi método preferido de partida”, contó Bromson antes de tomar la decisión de acabar con su vida, una decisión que tomó luego de haber investigado por un año distintos métodos.
Aquí puedes ver el emotivo video que está remeciendo a Australia:
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