A veces las manchas de la ropa son más resistentes de lo que nuestra paciencia y nuestro detergente pueden soportar. Sin embargo, hay un arma secreta que puedes usar para estos casos, y se encuentra justo en tu botiquín: la aspirina.
Basta con que disuelvas 325 milígramos de aspirina en 6 litros de agua caliente (también puedes molerlas previamente para acortar la espera) y pongas tu ropa sucia en la solución resultante. La idea es que se remojen por unas 8 horas, por lo que puedes dejarlas toda la noche sin problemas.
Cumplido el tiempo, pon a secar tu ropa o ponla en la lavadora en ciclo normal. Las aspirinas no sólo blanquearán tu ropa, sino que eliminarán todas las manchas.
Sin embargo, si quieres limpiar manchas de sangre, debes disolver las aspirinas en agua fría y en reposo dos horas antes de poner tu ropa en la solución. Si limpias la ropa manchada con sangre usando agua caliente, la proteína de la sangre sólo se concentrará y hará la mancha aún más difícil de limpiar.
La clave está en el ácido acetilisalisílico, principal componente de la aspirina, que es muy suave con la ropa y da magníficos resultados.
¿Qué te parece? ¡Comenta y comparte con nosotros!