Cuando no hay ciclovías y deben andar por la calle, los ciclistas corren bastante peligro. No sólo hablamos de los gigantes de acero y fibra de vidrio que les pasan a toda velocidad por los lados, sino también a descuidos como el “dooring” (que se traduciría algo así como el “puerteo”).
Esto es, cuando los ciclistas van andando y alguien abre la puerta de su auto justo frente a ellos y no pueden hacer nada para evitar estrellarse contra ella.
Por suerte, hay un truco para evitar el “doorin” y los accidentes y daños asociados: simplemente tienes que abrir con la mano más lejana a la puerta para hacer que tu cuerpo gire en dirección a la ventana y puedas mirar lo que viene detrás de ti.
Por ejemplo, si estás en el asiento del conductor, debes ocupar la mano derecha.
Así, si no te volteas completamente, por lo menos mirarás por el retrovisor.
Aquí puedes ver una demostración en video (en inglés):
¿Qué te parece? ¿Conocías esta costumbre? ¡Comparte para que otros estén al tanto y prevengan accidentes!