La inglesa Carmen Greenway tenía 41 años, era madre de dos hijos, directora de operaciones de una empresa audiovisual londinense y ciclista aficionada. En Twitter se muestra como una persona sociable, preocupada del medio ambiente y deportista.
Era ante todo una mujer saludable, por lo que su muerte –ocasionada por un descuido casual- parece aún más cruel.
Carmen, que era una ciclista experimentada, gustaba de sacarse fotos mientras iba en dos ruedas, pero el accidente no ocurrió de esta forma sino, como explica su marido Rufus Greenway, porque chocó con un bache a 100 metros de su casa y no llevaba casco:
“Fue un terrible descuido, quizá por exceso de confianza [no usó casco]. Es un desafortunado accidente. Si hubiese usado un casco aún estaría viva”, ha dicho el viudo, “pero la mayor pérdida es la de mis hijos, perdieron a su madre de 41 años”.
“He perdido al amor de mi vida”, continúa. “No había peleas, ni discusiones, pensé que me quedaban 60 años con ella”.
Greenway ha hecho público su dolor para crear conciencia respecto a lo importante que es la utilización del casco al andar en bicicleta, algo que debe hacerse obligatorio por ley para evitar estas desgracias.
La madre de Carmen iba detrás de ella cuando cayó, y la recuerda como “una persona especial porque era mi única hija. Tiene esta cosa especial, es como si exudara amor y felicidad. Tenía esta personalidad gigante, infecciosa. La gente quería estar con ella, gravitaba hacia ella. Todos eran sus amigos”.
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