Ya sea por timidez, miedo o por no preocupar al resto, todos nos hemos guardado algo que nos pasa. Rencores, llantos y quizás cuántas emociones más sin pensar que en realidad podría traerte consecuencias más severas de lo que crees.
Al constantemente guardarte las emociones, puedes generar estrés, angustia o incluso ansiedad. Lo anterior, incluso, se puede manifestar de manera física, afectando principalmente tu hígado (pues es el órgano que regula los tendones y músculos, además de desintoxicar tu cuerpo).
Así, puedes desarrollar fibromialgia, conocida como la enfermedad de las emociones no expresadas y que suele generarse por problemas en el sistema nervioso central de origen neurológico.
La arquitecta María Ángels Mestre sufrió esta enfermedad y comenta que se debe a una “mala gestión de pensamientos” que se transforman en energías “no liberadas” mediante la palabra. La acción se reprime y la emoción “queda bloqueada en forma de tensión que se manifiesta mediante el dolor”.
Si consideras que guardas muchos sentimientos y emociones, entonces pon atención a tu cuerpo y detecta si presentas síntomas como el dolor muscular, la fatiga, insomnio, colon irritable, ansiedad, piernas inquietas o disminución de la visión. Si presentas más de alguno, debes consultar a un médico.
Hay tratamiento para aliviar este malestar, sin embargo es mejor prevenirlo con una sana expresión de los que nos afecta, para dejar de acumular estrés y sentimientos negativos.
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