Si tienes o has tenido un perro alguna vez, sabes que a veces son un poco desordenados, y son propensos a hacer alguna travesura, lo malo es que les partes el corazón cuando los regañas.
En el caso de Ettore, un hermoso labrador, ah llevado su disculpa a otro nivel de ternura, si bien no sabemos que travesura hizo, sabemos que su amo está muy enfadado con el… pero no por mucho tiempo.
Los perros no saben si han hecho algo bueno o malo, pero si detectan cualquier cambio en nuestro humor, siendo sensibles a cambios en nuestra actitud, voz y lenguaje corporal, por lo que saben cuando estamos enfadados con ellos y cuando los hemos perdonado.
Ante una disculpa así… ¿quién podría seguir enfadado?
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