Hace 5 años, si a Yasuo Takamatsu le hubieses ofrecido un paseo buceando en las profundidades del mar, de seguro hubiese respondido con poco interés a tu propuesta, ya que nunca le intereso este deporte.
Pero de un tiempo a esta parte, el buceo para Yasuo se ah convertido en su principal interés, ¿Qué es lo que hizo que este hombre diera un vuelco en su vida?, la respuesta se encuentra en un devastador tsunami del 2011 en la costa de Japón.
El 2011 en las costas en la bahía de Onawa, en el noroeste de Miyagi en Japón, se produjo un devastador tsunami, 15.845 personas murieron ese día, de los cuales solo 613 cadáveres se ah logrado reconocer, la mayoría aún se encuentran en las profundidades del océano, entre estos la esposa de Yasuo, llamada Yuko.
“La verdadera razón por la que quiero aprender a bucear a los 56 años es para encontrar a mi esposa en el mar”, comentaba Yasuo al empezar sus clases de buceo, quien se graduo de buzo en tiempo record y con honores, el sabia que para encontrar a su esposa debía hacerlo el mismo.
Luego de aprender a bucear, Yasuo se contacto con Masayoshi Takahashi, instructor de buceo y quien estaba a cargo de la limpieza de escombros de las costas y comenzaron a trabajar en conjunto.
Yasuo asegura que buceando se siente mas cerca de ella, desde hace 4 años y dos veces al mes se sumerge en las profundidades para encontrarla, “Siento que podré encontrarme con ella un día si sigo buceando”.
Lo único que sabe Yasuo, es que su esposa se encontraba en la terraza del banco en donde trabajaba, “Vestía pantalones negros y un abrigo color camel”, recuerda él.
El sabe que no es una tarea fácil, que grandes barcos se interponen en su hazaña, y que la claridad del agua no es de las mejores, pero el se aferra a sus esperanzas de algún día encontrarla.
¡Vamos Yasuo! Historias como la tuya inspiran al mundo entero.
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