En Julio de este año Betsy Davies, una artista Estadounidense, invito a 30 de sus mejores y mas cercanos amigos a una fiesta todo el fin de semana, en su casa al Sur de California.
La invitación decía esto: “Estas circunstancias son diferentes a cualquier otra fiesta a la que hayas asistido anteriormente, porque requiere de resistencia emocional, estar centrados, y apertura mental”, y la única regla era “Prohibido llorar frente a ella”
En 2013, Betsy Davies fue diagnosticada con ALS (Esclerosis lateral Amiotrófica), es una enfermedad terrible, que solo empeoraría sin parar, hasta dejarla paralizada y que la llevaría a la muerte.
Betsy logro ser fuerte y aguantar por los últimos 3 años de su vida, perdiendo el total control de su cuerpo, es una enfermedad que no tiene cura por el momento, y gracias a que el estado de California ah aprobado una ley que le otorga la posibilidad a las personas con enfermedades terminales solicitar la eutanasia, Betsy gestiono beneficiarse de esta nueva ley y organizo una fiesta intima de despedida con sus mas cercanos
Tomando en cuenta que su condición no iba a mejorar, y no había ningún tratamiento efectivo, su cuerpo cada día se apagaba un poco más, el dolor y el sufrimiento eran insoportables y su única opción era morir dignamente.
La fiesta duraría 2 días, y luego de las risas y la diversión, llegaría el momento de decir adiós para Betsy, los invitados recibieron la invitación vía mail.
“Queridos participantes de mi renacimiento, son todos muy valientes por ayudarme a partir en mi viaje. No hay reglas. Hagan lo que quieran, hablen, bailen, jueguen, canten, recen, pero no lloren en frente de mí. Bueno, sólo esa regla”.
Más de 30 personas acudieron a la fiesta, entre amigos y familiares, donde hubo espacios para música, comer pizza y ver las películas favoritas de la anfitriona.
En la tarde, se realizo un show de moda que ella misma organizó con diseños de su autoría, en donde sus amigas modelarían su ultima colección en la que ah estado trabajando, transformando su “ultima presentación” en su despedida.
Al terminar la fiesta y entregarles un “souvenir de Betsy”, la llevaron a una ladera cercana, allí había un toldo blanco y una cama con dosel, en donde Betsy pudo ver su ultimo atardecer vestida con un Kimono japonés, y rodeada de su familia, amigos y de mucho amor.
A las 6:45 pm, Betsy tomo una combinación de fenorbital e hidrato de cloro, prescrita por su medico, allí se quedo dormida mientras el sol se ponía frente a ella, finalmente falleció horas después junto a su hermana, cuidador, doctor y su masajista.
Todos los invitados y sus familiares le hicieron una promesa antes de partir, reunirse el próximo año, en la misma fecha, para celebrar el cumpleaños de Betsy y esparcir juntos sus cenizas.
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