En la mayoría de los deportes de los Juegos Olímpicos los atletas no superan los 35 años de edad ya que luego de esto optan por el retiro viendo que su rendimiento con el pasar de los años no es el mismo, pero hay ejemplos de perseverancia y sobre todo de creer en si mismos que nos sorprenden.
Kristin Armstrong es una ciclista profesional que ganó medallas de oro en el ciclismo contra reloj en los juegos olímpicos de Pekín en el 2008, en Londres en el 2012 y volvió a cumplir su hazaña en Rio 2016.
Lo increíble de su actuación es que gana el oro para Estados Unidos con 43 años y luego de someterse a unas cirugías de cadera.
La deportista cruzó la línea de meta sin saber si había ganado y cuando vio en la pantalla su nombre en primer lugar se desplomó de la emoción por tan grande hazaña.
Su tiempo fue de 44:26:42 y venció a su rival más próxima por 6 segundos de diferencia. Ella es la primera mujer estadounidense que gana tres medallas seguidas en un mismo evento.
Un hilillo de sangre comenzó a deslizarse desde su nariz durante la competencia, pero eso no importó tras la alegría del triunfo y la felicidad de abrazar a su hijo Lucas quien le preguntó “Mamá, ¿por qué lloras?” al ver la emoción de su madre.
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