Lamentablemente nadie nos enseña a ser padres, no existe una guía que indique qué hacer o dónde ir en caso de que nuestro bebé necesite ayuda.
Sin embargo, las personas tenemos una ventaja por sobre el resto de los animales, y es que podemos razonar. Contamos con sentido común, conciencia, criterio.
Brittany y Justin Alston, una pareja estadounidense de 21 años, eligió dejar morir a su bebé recién nacido al interior de su casa. Y aunque el bebé logró sobrevivir, la historia es realmente espeluznante y debido a este horrible actuar, ambos comenzarán a pagar una condena de 60 años de cárcel.
Todo sucedió un día en que la pareja preparó una fiesta en la casa. Invitaron a todos sus amigos, vecinos, y bebieron excesivamente durante el encuentro. Entre todo este alboroto, uno de los invitados que había ido al baño, sintió llantos débiles. Extrañado, abrió la puerta que daba hacia una pieza y se encontró con la horrible escena; Riley, un bebé de menos de un año de edad, cubierto de vómito, orina y excremento, desnutrido, moribundo, agonizante. La pareja simplemente lo había abandonado sin mayores consideraciones. Por fortuna, este invitado estaba lo suficientemente consciente como para llamar a la policía.
Pronto, Justin y Britanny fueron arrestados e interrogados, mientras el pequeño bebé luchaba por su vida en el hospital. Los médicos dijeron que el hecho de haber sobrevivido fue un verdadero milagro.
La pareja, de actitud fría y distante, dijo que no creían que alimentar al pequeño fuera algo importante. Brittany, declaró que para ella era más importante cambiarle el aceite al motor de su auto que estar atenta a su hijo.
Ahora ambos enfrentan una pena de 60 años de cárcel.
Comparte este artículo con tus amigos, es increíble como este pequeño se aferró a la vida.
