El deseo de un perezoso de aferrarse a los árboles, a otros perezosos, y a la gente puede parecer adorable, pero en realidad es la única forma de sobrevivir la infancia.
Sam Trull, la co-fundadora del Instituto del Perezoso de Costa Rica, es muy consciente de este hecho.
Desde el 2013, ella ha estado en Costa Rica haciendo todo lo posible para ayudar a rescatar, rehabilitar y liberar en última instancia, perezosos en la naturaleza.
Hay muchas cosas sobre la fisiología de un perezoso que hacen su regreso al hábitat natural difícil: Los perezosos que fueron bebés en cautiverio nunca aprendieron técnicas de supervivencia primarias de sus madres, y los seres humanos todavía no saben lo suficiente acerca de la biología de un perezoso, ecología, construcción social, o habilidades instintiva que los perezosos no reciben de sus madres.
Pero Trull está decidida trabajar en este proceso porque sabe que los perezosos son más felices cuando están libres.
“Creo que hay un gran error en pensar que porque los perezosos son lentos y que están de cómodos en cautiverio … pero eso no podría estar más lejos de la verdad”, dijo Trull.
Antes de su trabajo con los perezosos, Trull trabajó en la conservación de los primates, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
Ella se interesó en los perezosos en el 2013 cuando se unió a una pequeña clínica de rehabilitación de fauna silvestre en la costa del Pacífico llamada “Kids Saving the Rainforest”.
Ella se encariñó con Kermie, le dio de comer, y jugó con él, pero en última instancia, nunca olvidó que el objetivo era llevarlo de vuelta a su casa en la selva. Sin embargo, ella no tardaría en descubrir que su liberación involucraba un plan complicado y completo que termina en algo que se llama una “liberación suave”.
Una “liberación suave” permite a los perezosos tomar su tiempo para aclimatarse a la selva antes de irse por su cuenta.
Es un concepto inspirado en el campamento para lémur ” “boot camps”.
Para realizar la liberación suave, Trull y su equipo establecieron una jaula de 19 pies cerca del lugar de rehabilitación donde se guardan los perezosos durante varios meses hasta que estén listo para su liberación.
En ese momento, la puerta de la jaula se deja abierta, y los perezosos puede ir y venir a su antojo. “El objetivo es pasen cada vez más tiempo fuera de la jaula y consuman alimentos silvestres hasta que sean 100% salvajes,” dijo Trull.
En el 2015, Trull y su equipo realizaron liberaciones suaves con Kermie y Ellen, otra perezosa que vino a KSTR cuando era un bebé.
Hasta ahora, ambos lo están haciendo muy bien en el medio silvestre.
El equipo de Trull mantendrá el seguimiento de su progreso, revisando qué tan bien se están integrando con los otros perezosos salvajes. Pero también hay mucho que hacer para asegurarse de la supervivencia de los perezosos.
Este es quizás el aspecto más difícil del trabajo de Trull: dejarlos ir.
Ella ha sido testigo de una serie de muertes de perezosos a lo largo de estos últimos años, y cada una de ellas ha sido devastadora.
Sin embargo, dado que la mayoría de las muertes ocurrieron en cautiverio, refuerzan la determinación de Trull por lograr que los que sean liberados puedan vivir sin problemas en su hogar al aire libre.
Queda mucho por descubrir sobre los perezosos como la biología, la ecología y la sociología, y esa es parte de la misión del Instituto del perezoso: aprender y educar.
Mientras que el Instituto del Perezoso trabaja principalmente con organizaciones de rescate y rehabilitación como KSTR, Trull y el co-fundador Seda Sejud han cambiado su enfoque en miras hacia algo más grande.
Ellos quieren ofrecer un programa de mayor alcance, que requiere más investigación y más fondos más grandes.
Sin embargo, su proximidad al sitio de rehabilitación le permite registrar a sus perezosos regularmente. Y al final del día, todo se vuelca en el amor, que también pasa a ser el nombre del nuevo libro de Trull.
“Slothlove” está lleno de hermosas fotos que Trull ha tomado en su viaje de rehabilitación de perezosos, muchos de los que ya has conocido en esta historia.
El libro cuenta la historia de las relaciones de Trull con los muchos perezosos que ha rescatado, algunos de los cuales están prosperando, y otros que lamentablemente no lo han logrado salir del cautiverio. Su trabajo le consume mucho tiempo, y aunque nunca es fácil, ella cree poder generar un gran cambio en la vida de estos pequeños.
Trull dice que su trabajo con los perezosos le ha enseñado a amar incondicionalmente.
“También me han enseñado a nunca darse por vencido … que la única manera de progresar en la vida es perseverar a través de todos y cada obstáculo sabiendo que cuando termina uno, comienza otro”, dijo.
Comparte este artículo con tus amigos, es una maravillosa labor la que realiza esta mujer.
