Allison y Josh se conocieron en la universidad y rápidamente se enamoraron. Se casaron en septiembre del 2000 y a través de los años, su familia se hizo más grande y con más amor de lo que podrían haber imaginado. Juntos, Allison y Josh tuvieron tres hijos biológicos, y luego adoptaron a un cuarto hijo llamado Miqueas, a continuación, dieron la bienvenida a su cuarto hijo biológico en el 2013. Sin duda, su familia estaba completa, o al menos eso pensaban.
En el cumpleaños número 38 de Allison, ella recibió una llamada de un amigo que también es abogado de adopción y se había acordado de Allison y Josh para preguntarles sobre la posibilidad de adoptar de nuevo. Dio la casualidad de que había una mujer embarazada que era incapaz de mantener al niño. No pasó mucho tiempo para que Allison y Josh aceptaran a este precioso recién nacido.
Cuando llegó la llamada avisando a Allison que la madre biológica de Sam estaba en trabajo de parto, ella y Josh corrieron al Hospital de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte. En el camino hacia el hospital, el abogado volvió a llamarlos.
“¿Josh tiene ambas manos en el volante?”, preguntó. Y así Allison recibió una sorprendente noticia, pero esto fue solo el comienzo de una serie de eventos que pondrían a prueba a la familia.
Allison y Josh ya contaban con Abby (11), Jack (9) e Isabel (8). Pocos años pasaron antes de que Allison y Josh adoptaran a Miqueas (5), seguido de su cuarta hija biológico, Julia (3). Así que pensaban que su familia ya estaba completa …
Luego de decidir adoptar a otro bebé, Allison recibe esta llamada del abogado donde le comenta que los médicos de Duke habían descubierto que eran dos bebés los que estaban por nacer.
“A medida que el miedo disminuyó y la emoción creció, el nombre de nuestro amigo volvió a aparecer en la pantalla de mi teléfono. Cuando él empezó a hablar en esta ocasión, su tono era completamente diferente. Atrás quedó la tranquilidad y en su lugar hubo una voz de angustia”.
“Siento mucho decirte esto pero están por hacer una cesárea de emergencia, y no creen que el segundo bebé sobreviva al parto”
“Un millón de cosas ocurrieron durante las próximas dos horas de conducción al hospital, pero cuando finalmente llegamos, nos encontramos una pequeña, pero saludable bebé. Lamentablemente, en la UCI estaba una pequeña de tres libras que pronto descubriríamos que había nacido sin cerebro”.
Los médicos nos miraban con ojos de tristeza y compasión y nos dijeron: “Usted no tiene que llevársela. Sabemos que esto no es lo que había acordado”.
“Junto a la pequeña incubadora, Josh y yo dijimos al unísono, es nuestra hija”.
Toda nuestra familia pasó las siguientes 3 semanas en Duke con ella, abrazándola, cantando, llorando y orando. Cuando ella estuvo lo suficientemente estable, el hospital nos ayudó a transportarla al Hospital de Niños de nuestra ciudad en Birmingham, donde pasó tres semanas más en la UCI”.
“Finalmente, después de 44 días en el hospital, Ava Leigh Lewis llegó a casa con su familia.”
La elección de que Ava sea nuestra hija fue una de las cosas más difíciles que hemos tomado. Tenemos múltiples visitas a la semana con su equipo de cuidados paliativos, sus visitas son un recordatorio de que la vida de Ava en la tierra probablemente terminará mucho antes de lo que nunca querríamos.
Hablamos abiertamente con los niños y ellos saben que la vida de Ava será mucho más corta que lo que cualquiera de nosotros quisiera. Pero saben que tenemos una enorme cantidad de amor para entregar en un corto período de tiempo “.
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