¿Qué podría ser más dulce que una carretilla llena de orangutanes emocionados de ir a jugar en el bosque? Tal vez el hecho de que ha sido posible gracias a personas como usted que donaron para que estos pequeños fueran felices.
La vida es muy ajetreada en el centro de rehabilitación de orangutanes huérfanos administrado por International Animal Rescue (IAR) en Indonesia. Allí, unos 80 primates naranja despiertan cada mañana con ganas de comenzar el día aprendiendo sobre la vida en los bosques de los alrededores.
Los bebés van a nuestra Escuela para Infantes, los más adultos van a la Escuela Forestal. “Hay un hermoso columpio grande y un montón de comida. Los cuidadores se quedan con ellos para animar a los más pequeños a aprender a escalar y disfrutar de ser un orangután”.
Llevar al grupo de jóvenes traviesos hacia y desde el bosque sería una tarea mucho más demorosa si no fuera por una flota especial de carretillas que fueron compradas gracias a las donaciones.
“Esta es la solución más práctica para su transporte. Es como un autobús escolar .” “Sin las carretillas, nuestros voluntarios tendrían que llevar a cada uno de ellos. Es muy difícil llevar dos, tres o más orangutanes jóvenes al bosque, pero de esta manera podemos apilarlos juntos, y parece que realmente disfrutan del paseo. ”
Aunque ahora los orangutanes disfrutan de sus viajes diarios con sus cariñosos cuidadores, las cosas no siempre fueron tan tranquilas para ellos. Cada uno de los residentes más pequeños del centro fueron rescatados en situaciones lamentables después de haber sido secuestrados y vendidos como mascotas, o han quedado huérfanos por la muerte de sus padres.
Cada año, 1.500 a 5.000 orangutanes mueren, víctimas de la pérdida de hábitat de las plantaciones de aceite de palma o conflictos sangrientos con los seres humanos, que a menudo matan a los adultos para que puedan vender a sus bebés en el comercio de mascotas.
Los voluntarios en el centro se preocupan no solo de proporcionar alimentos y comodidad al grupo de jóvenes, sino también de minimizar los peligros de estar cerca de los seres humanos. Los orangutanes son susceptibles a enfermedad que portan las personas y por esta razón, los voluntarios llevan mascarillas para asegurarse de que no se enfermen.
Este centro de rescate funciona enteramente en base a donaciones. Con el apoyo de la gente en todo el mundo, son capaces de proporcionar a estos animales un futuro más brillante.
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