Los seres humanos hemos contribuido en gran parte a la destrucción de los pingüinos de distintas formas. Hace más de 100 años, cazábamos a estas aves para alimentarnos, después utilizamos el aceite de sus colas como combustible. En la actualidad, los materiales de origen animal no son utilizados para hacer aceite, por lo tanto, no son necesario necesarios; sin embargo, la caza de pingüinos continúa, más que nada por deporte que como un medio de supervivencia.
Este video nos muestra el momento en que un pingüino se acerca a una persona por curiosidad sin saber qué es lo que ocurrirá. Tanto el hombre que recibe la inesperada sorpresa como este pequeño animalito, interactúan sin temor e impresiona la confianza que siente el pingüino ante la presencia de un ser humano que ha sido su gran depredador.
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