Algunos casos y loa propios cuerpos de las modelos en las pasarelas han dejado ver que el mercado de la moda exige que quienes posen y desfilen su ropa y accesorios sean mujeres lo más delgadas posibles, al punto de llegar a verse famélicas y anoréxicas.
Cánones impuestos por esta industria que nada tienen que ver con la realidad del cuerpo humano, pero si mucho con lo que pueden llegar a hacer los editores fotográficos.
Sin embargo en algunos países se ha adoptado una lucha contra los estándares de belleza como en la misma Francia, donde se encuentra la capital de la moda y la ley prohíbe que hayan modelos demasiado delgadas, el motivo lo que reveló la modelo Victoire Maçon Dauxerre de nacionalidad francesa.
Victoire en su autobiografía declaró que sólo comía manzanas por meses para poder encajar en el mundo de la moda.
Ella fue descubierta por una agencia de modelos mientras compraba en una boutique acompañada de su madre.
Aunque ella quería estudiar Ciencia Políticas se vio seducida por la oferta que la industria de la moda le ofrecía.
A las pocas semanas comenzó a trabajar para la prestigiosa agencia de modelos Ellite, pero ella aún no sabia lo que eso conllevaba.
“Nadie me dijo ¡Adelgaza! Pero sí me dijeron “En septiembre iras al Fashion Week, la talla de ropa es la 32-34. Tiene que entrarte”
Ir al Fashion Week para ella era como un sueño y a sus 18 años Victoire estaba dispuesta a hacer lo que fuera.
“Me maté de hambre para perder 10 kilos en un mes. Mi dieta consistía en 3 manzanas al día y litros de agua con gas para llenar el estomago. Una vez a la semana, me estaba permitido comer pollo o pescado”
Así fue como alcanzó el peso de tan sólo 47 kilogramos con una altura de 1,78 y logro desfilar en Milán, Paris Y nueva York llegando a ser una de las 20 modelos más cotizadas de todo el planeta.
Al mismo tiempo en que se convertía en una estrella de las pasarelas Victoire caía en una anorexia nerviosa.
“La anorexia nerviosa es un circulo infernal: cuanto más adelgazas, más gorda te ves”
“Cuando más peso perdía, más éxito laboral tenía. Los mejores contratos los tuve cuando era piel y huesos”
“Tenía el pulso muy débil y estaba perdiendo el cabello. Con 18 años tenía osteoporosis y no me venía la regla. Incluso llegué a desmayarme entre desfile y desfile”
“Todas mis fotos eran retocadas. Me añadían pómulos, mejillas, un color saludable… mientras me exigían estar extremadamente delgada para poder trabajar”
“Como no es una medida popular y para evitar criticas, hoy puedes ver a las modelos comer snacks delante de los periodistas, pero en cuanto las cámaras se apagan, las chicas corren al baño a vomitar. Nadie puede decir nada si quiere seguir trabajando”
Luego de 8 meses con este régimen Victoire cayó en depresión y hasta intentó quitarse la vida
“Cuando le explicaba a la gente como me sentía, me decían: “No sé porque te quejas, tienes la vida que todo el mundo querría” Y sin embargo yo nunca había sido tan infeliz”
Tomó la decisión de abandonar ese frívolo mundo y hoy, a sus 23 años ha escrito un libro donde narra lo que es por dentro la industria y todo lo que sufren las modelos para poder ser exitosas y no ser tachadas de “gordas”.
Su libro se llama “Nunca suficientemente delgada. Diario de una top model” y allí cuenta su mala experiencia con el tema de la extrema delgadez que le demandaban.
“…Los grandes diseñadores deshumanizan a las mujeres. Karl Lagerfeld llegó a decir: “Un traje de Chanel no es pata una mujer con pecho”. Pues bien, resulta que las mujeres tienen pechos por definición.
Ella ha inspirado que en Francia se promulgue una ley que prohíbe promover los cánones de belleza perjudiciales para la salud, impidiendo que modelos de delgadez extrema se presenten en las pasarelas.
“Si alguien te dice o insinúa que tienes que adelgazar si quieres trabajar, ¡huye! No merece la pena”
Hoy esta chica tiene una talla 38 y lo que hoy quiere es entrar en el mundo del teatro.
Comparte la historia de esta modelo para que todos sepan que por una vida así no vale la pena llegar a enfermarse.
