Un “payés” es un horticultor catalán y este es el caso de Josep Pamiés, quien se dedica a dar charlas y conferencias sobre nutrición, salud y plantas. Recientemente se presentó en un colegio de España para hablar contra los gobiernos, farmacéuticas y estamentos internacionales que “prohíben lo que cura y permite lo que mata”
Entrevista a Josep Pamiés
¿Cómo se convierte un ‘payés’ en alguien seguido por cientos de personas?
Siempre he estado metido en líos sociales, pero nunca en ningún partido. En un momento dado descubrí una planta, la ‘stevia rebaudiana’, defendida por padres de niños que habían muerto en Estados Unidos por culpa del aspartamo, un edulcorante. Me pregunto entonces cómo es posible que esté prohibido lo que cura. Y me doy cuenta de lo engañado que estuve durante años pensando que los productos que usaba para la huerta eran lo mejor.
¿Quién es responsable de ese engaño?
No lo sé… Pero sí sé que hay 10 ó 12 farmacéuticas que lo controlan todo, desde el origen de la vida hasta el final. Dominan las semillas, los pesticidas y abonos, los aditivos de los alimentos y, para cerrar el ciclo, los medicamentos que no curan.
¿Y cómo defiende salir de ese control?
¿No puede el ser humano ser autosuficiente? Serlo en la alimentación es más complicado, pero en las medicinas es sencillo. En un balcón puedes tener las 7 u 8 plantas con las que tienes resuelto el 80% de los problemas, si no totalmente al menos de forma parcial.
Es firme defensor de la stevia. ¿No está prohibida? ¿Para qué sirve?
Si la cultivas en casa, no. Es buena para la diabetes, la hipertensión, la ansiedad… Si es que realmente existen algunas de esas enfermedades. ¿Se imagina? A las industrias les interesa que siga estando prohibida.
Usted dice que incluso se puede tratar el cáncer.
Por ejemplo, con el kalanchoe, que es muy fácil de cultivar y que se ha usado, desde siempre, en la medicina tradicional. Hemos visto tumores desaparecer en dos meses. Pero el cáncer es muchas más cosas, si afrontas el miedo, intentas no agobiarte, sigues una alimentación equilibrada…
Los médicos dicen que puede ser usted un peligro, que nada de lo que dice está probado.
Los resultados son evidentes y no trabajamos con ninguna planta que no esté científicamente estudiada. Lo están en animales pero cuando hay que probarlo en humanos, no hay ningún interés porque no hay patentes y, por tanto, no hay negocio. La gente tiene toda la información a su disposición, mientras no la borren de internet y no quemen los libros.
Si todo es como usted dice, ¿por qué el rechazo de los médicos?
Unos por ignorancia, porque lo único que hacen es repetir los conocimientos que les enseñaron en la Universidad. Y otros por miedo. Pero hay profesionales que se atreven y aseguran que si no fuera por miedo, más de la mitad de los médicos se interesarían por estos temas. Ángeles Pallarès, doctora en Antropología y enfermera llevó a cabo un proyecto en Al Aiun, para el tratamiento de 200 mujeres diabéticas, con stevia. En dos meses se han curado. Es una pena que se tenga que ir a Marruecos a investigarlo.
¿Aboga entonces por que tiremos todo el botiquín de casa?
Son drogas muy potentes que no se pueden dejar de golpe.
Dudaba antes de que algunas enfermedades fueran reales. ¿Cuáles cree que no lo son?
Muchas de las psiquiátricas, desde el autismo a la hiperactividad, la depresión, la esquizofrenia… La depresión es tristeza, lo que hay que hacer es darles amor.
Han sido muy polémicas sus declaraciones sobre el ébola.
Lo que hemos dicho es que el ébola no es tan fácil de propagar. ¿Por qué no se infectó el marido de la enfermera? Porque no es tan fácil. El dióxido de cloro lo cura en tres días. Y la malaria, en horas. Sí señores, cura y lo estamos viendo. ¿Lo tenemos que callar?
¿El dióxido de cloro está permitido?
Para uso humano no. Es una vergüenza que las propias autoridades sean tan asesinas que prefieran no admitirlo. Algún día tendrán que pagar por ello. La Unión Europea lo ha autorizado para el tratamiento del ELA. Pero aquí ni eso.
Ahora quiere animar a la gente a plantar marihuana en casa.
Tener una planta en casa no es un delito. Si 1.000, 3.000 o 5.000 personas la tienen la pueden ceder gratuitamente a quien la necesite. Ya se utiliza para calmar el dolor. Pero es que además de aliviar es un potente antiinflamatorio y antitumoral.
Conferencia de Josep Pamiés: “El Poder Curativo De Las Plantas”
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