Los conflictos y las discusiones son inevitables incluso en las parejas más conciliadoras. Sin embargo, existen distintas maneras de discutir como guardarse los rencores y ofender a tu oponente o simplemente dar un paso hacia delante y buscar un punto de conciliación.
Comúnmente, se cree que la causa principal de una relación fallida son las discusiones frecuentes, las diferencias de personalidades y la incomprensión. Sin embargo, no siempre es así. Muchas veces los motivos se relacionan con la forma en los que afrontamos los conflictos que inevitablemente surgen en la vida cotidiana.
El famoso experto familiar, el profesor John Gottman, destaca en los «4 jinetes del apocalipsis», 4 modelos de conducta que atentan contra la seguridad y la confianza en la pareja.
1.- Frases críticas
«¡Estoy harto de lo floja que eres!», «¿Cuántas veces tengo que repetírtelo?», «Siempre haces lo mismo…», «Nunca cumples tus promesas», «¿Por qué otra vez hiciste…?».
2.- Desprecio
Se trata de mover los ojos en respuesta de algunas palabras o acciones de tu pareja, poner mala cara, burlarse, ser sarcástico y soberbio en tu forma de responder. Las frases como «¡Eres un inútil!» lastiman.
3.- A la defensiva
«Tú eres el tonto », «¿Por qué no te miras a ti mismo…», «Es tu culpa», «Tú eres el problema, no yo», etc. Evadir tu responsabilidad, no querer aceptar tus errores y no ser capaz de pedir perdón, también entran en esta categoría.
4,.- La ley del hielo
Querer castigar a tu pareja con tu silencio, en lugar de solucionar el problema hablando, no arregla nada.
Si estos modelos de conducta se practican día tras día, el amor no sobrevivirá. Solo las parejas que saben discutir bien, viven juntas por mucho tiempo y tienen una vida feliz.
Estas 7 reglas te enseñarán a discutir sin histerias y lograr un resultado positivos incluso en los momentos más emocionales.
1- No utilices el escape como una manera de solucionar el conflicto
(es decir, no te vayas azotando la puerta, no te encierres en ti mismo). Al mismo tiempo cada uno de ustedes sabe que puede tomar una pausa si necesita arreglar sus pensamientos o aliviar la tensión. Tu pareja lo comprenderá, incluso si ella no necesita tiempo para pensar, tiene un sinnúmero de argumentos y está dispuesta a decírtelos de inmediato.
2- No guardes rencores, impaciencia, irritación o disgustos, y evitarás las emociones exageradas cuando discutas.
Si algo no te gusta en el comportamiento de tu pareja, no te quedes callado y no aguantes esperando que cambiará por sí mismo o que algún día podrás vivir con eso; es mejor que le des tu retroalimentación aquí y ahora explicándole tranquilamente: «No me gusta esto, no lo hagas, por favor».
3- Discute en un ambiente de confianza y seguridad.
En tu vida no debe haber lugar para frases como «tú no entiendes nada» o «cállate, que no te estoy preguntando». Incluso a pesar de sus diferencias, cada uno sabe que tiene derecho a expresar su propia opinión que va a ser escuchada y tomada en cuenta.
4- Oriéntate a solucionar problemas, no a reprochar o culpar.
No se critiquen entre sí; en sus discusiones no deben menospreciar la opinión de ninguno, no se atribuyan clichés y no resalten sus características negativas. Si estás inconforme con algo, habla de ti y de tus sentimientos. «No me gusta (me ofende, entristece, duele, irrita, molesta, etc.) que (cuando)…», a continuación sigue una descripción detallada (!) y sin juzgar los actos que no te gustan. «Sugiero (te pido, quiero que…)»: aquí expresas cómo se vería para ti el desarrollo perfecto de la situación o situaciones similares en el futuro.
5- Siempre dale a entender a tu pareja que la quieres incluso si ha cometido un error o se ha comportado mal.
Siempre deben ser uno solo ante la sociedad, apoyarse mutuamente y no criticarse en público.
6- La única manera de solucionar los conflictos es colaborar.
Es decir, cada uno de ustedes debe expresar su opinión, su inconformidad respecto a la posición del otro, sus necesidades; deben hablar acerca de sus intereses y su visión de cómo resolver el problema. Deben buscar una solución que los satisfaga a ambos. Siempre.
7- Si por algún motivo la colaboración es imposible, busca un compromiso.
Funciona excelente el sistema de recompensas: «Trabajas mucho y pasas poco tiempo en casa. Sufro por ello, pero me sentiría mejor si a) un día a la semana regresaras temprano y saliéramos juntos a algún lado; b) un día del fin de semana me permitieras salir con mis amigas sola para ir de compras, etc.».
No olvides que no vale la pena aceptar compromisos si al final no te beneficiarán en lo absoluto y terminarás acumulando insatisfacción interna e incomodidad y disgusto.
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