El gato, como animal, no necesita de nadie para vivir con éxito. A diferencia del perro, cuya estructura social es compleja, los felinos tienen una organización muy sencilla, y si disponen de un territorio con alimento, tiene todos sus problemas resueltos.
El gato permite que disfrutemos de su compañía, y nos permite disfrutar de la de él, pero querer controlarlo, y manejarlo, sería querer ir mas allá de la psicología felina. A pesar de ser criaturas muy independientes, muchos de ellos buscan la constante atención de sus dueños y algunos llegan a extremos donde la palabra “privacidad” no existe y para demostrarlo te dejamos unos cuantos ejemplos.
Fuente : www.boredpanda.com
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